Cumbres borrascosas (II) : Barcelona - Español




Por Sean Thornton

Qué felicidad de partido. Va, ahora en serio. Estaba recordando lo felices que se las prometían los comentaristas de la mayoría de medios polacos aka barcelonistas ante el choque con el equipo de suplentes de Pocketino –cuando Torrejón y Chica juegan con el Español sabes que algo va mal, hay una perturbación en la zozobra, que diría el barbas ese de Star Wars.- y los ‘aaaah, cinco, cinco a cero. ¡No, SEIS!’ carajilleros que estuve escuchando toda la tarde mientras pensaba, joder, ¿y si el equipo de Cornellá se planta con un par de huevos y da la campanada?, mientras recordaba el tosquísimo juego de la ida.

Después de comprobar que la traidora TV3 no daba el partido, tal y como su página de internel aseguraba, nos aprestamos a ver el match por Telecinco con audio de Rac1, y mis peores temores se hicieron realidad : O Bacalhau haciendo de Deco. Que dices, mierda, ponlo de Litmanen -versión Ajax, no versión tripera Barça o Liverpool- detrás del delantero y moverá el balón al primer toque a toda hostia, pero no lo pongas a repartir juego que la lías. Pues venga, ahí que lo puso Pek en mor de la igualdad. Como quien vota a un negro o a una mujer en unas elecciones, alegría por doquier. Pues no.

Luego veías la alineación del Español y aparte de los anteriormente mencionados Marc ‘Al menos con Mané iba convocado’ –TITULAR DEL AÑO- Torrejón y Chica tuvimos el highlight de ver a LOLa en el mediocampo, acompañado del inefable Sánches. Uno de ellos. Menos mal que no jugó el del Barça porque si no ya pasábamos de El bueno, el feo y el Español a Duelo de titanes. O a la escena esa del baile de Pulp Fiction, no estoy demasiado seguro.

Inciso aparte, la alineación del Barça era de compromiso : Sylvinho, Bacalao y Juno, el niño rata con cara de adolescente embarazada en punta para que no pierdan la moral, que ya me dirás tú, y Puyol, Hernández y Messi para mantener un poco las formas y el estilo. Al menos Pek no puso al amerindio Cáceres de salida, probablemente temiendo que hiciera alguna de las suyas con ese estado de nervios que le caracteriza, producto de la falta de hierro que conlleva el dejar los sacrificios humanos en el nuevo mundo para venir al viejo continente y descubrir lo difícil que es aprender a atarse los cordones de los zapatos con veintipico años. Entiendo la desazón que sufre, y con Milito tieso hasta quién sabe cuando supongo que será por eso por lo que quieren que venga ya Hernanes. Que a Piqué tiene buena pinta, vale. Pero le falta un hervor y Márquez está que no está, no veo yo un centro de la defensa Cáceres - Piqué. NO. Sólo faltaría el Sánches autóctono en un lateral y José Luis Moreno haciendo de Macario en el otro. Márquez get back to where you once belonged.

Al bollo. Juego impreciso del Barça, que diría el Sport, con un Busquets más que correcto, un Bacalhao que se preguntaba insistentemente qué había hecho para que intentaran pegarle tanto, y un Hernández todo criterio, pero poco más. Alves peleaba como el titán que es y Messi, y ... En fin, un quiero y no puedo pero al menos se veía que había hambre por las dos partes. Si hasta tuvo que venir Juno para poner esos huevecicos como canicas que se le suponen encima de la mesa y meter un par de goles, el primero estilo Raúl, léase rata de cloaca oportunista, chivato de la clase y ojo derecho del profesor, víctima de robos de merienda, encierros en el armario de los abrigos y collejas mataconejos a traición, y el segundo levantándola con un sutil toque que tanto puede recordar a Romário como a Oscar García Junyent, al que también recuerda por su apurado afeitado. Que se queden ahí las semejanzas, por amor de dios.

Con dos goles y un inoperante Español tuve que agradecer a Pek que usara el recurso Harpo Marx para entretener al personal que, desafiando a los elementos, se acercó al estadio : la presencia de Aliaksandr ‘Zozobra’ Hleb en el once titular. De crío leí una historia de Namor, el Príncipe submarino, en la que vete a saber tú por qué, que mira que hay sitios en el mundo para perderse, se metía en el mar de los Sargazos. Se ha de ser desgraciado, ¿eh?. Cuidado no le toque la lotería. Bueno, que se metía en el mar ese y se confundía y le daba un paralís, retrocedía en el tiempo, se convertía en pirata y no sé qué hostias más. Ojo, sólo en su cabeza. Pues esa empanada mental no es nada comparada con la que lleva el ruso de mentira que más que ocupar espacio en el ataque del Barça, molesta consumiendo oxígeno ajeno. Le tengo fe, se le ve técnica, en el Arsenal molaba un huevo, fijo que aprendió de crío en las calles de Minsk más que el Vaquilla, ahora ya sólo espero que de alguna puta vez a alguien se le ocurra la idea de enseñarle los rudimentos de algún lenguaje occidental y pueda comunicarse con sus compañeros. Ha de ser una risa ir con este a comer a algún restaurante. Fijo que le señalan y le hacen LOLs y ‘dónde está tu dios ahora’.

Luego va y marca Zampabollos. Que si ves que te viene un armario de casi dos metros en carrera y salta, mal rollo. Ayala, el carnicero del Milan y el Valencia sí que sabía parar esos embates. Claro que hablamos de alguien de quien Ronaldo dijo que le daba terror el solo hecho de pensar que se iba a enfrentar a él, y O Gordinho I no era un mindundi. En fin, tres a cero en la media parte y los pequeñoburgueses Barcelonistas del bar ya se daban por satisfechos. La historia es testigo de que le dije a mi colega que en el primer cuarto de hora iba a marcar LOLA, pero claro, teniendo en cuenta la afiliación de mi compañero de barra y la técnica del serbio, los tiros no iban por ahí. Mira si me equivoqué.

Estirón del Español, Puyol que se lesiona y sale Tezcatlipoca, a quien recordaréis todos de aquella historieta de Superlópez y las estadísticas del Barça mostrarán como el más serio peligro para la portería del equipo. La propia. Qué puto peligro, madre mia. Luego entró White Power para dar algo de fluidez y creo que expulsaron a alguien del Español, pero era ya tarde y las copas que nos íbamos cascando mi colega del Español y vuestro seguro servidor hacían su pernicioso efecto como para saber por qué. Por feo, seguramente. Ningún incidente al final, no vimos a Sánchez Llibre infartando ni un puto poquito, hoy no ha salido nada en las noticias... El centro se desmorona, todo se pierde.

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