Gloria in excelsis deo ( Universo WC vol. I )



Por Eli Wallach

Hoy, en "Pequeños placeres en los que no solemos reparar y que ni mucho menos comentamos cuando estamos con las amigas tomando el té con pastas" nos gustaría hablarles de:

HACER UN PERFECT

Todos sabemos que mandar un fax es un placer barato y generalmente agradecido, pero que el momento de exploración y limpieza posterior a dicha transacción orgánica puede resultar engorroso. A menudo, después de pasar de lo abstracto a lo concreto, hemos de emplear un tiempo precioso en eliminar toda traza de suciedad e inmundicia de nuestros ojales, tiempo que podríamos destinar al trabajo, a la contemplación, a la filosofía, a conocer un poco más a fondo la obra de Dostoievski o a cualquier otro tipo de actividad productiva que podamos imaginar.

Además, y pese al grado de sofisticación tecnológica al que ha llegado el ser humano, el sistema de limpieza utilizado por el 99% de los occidentales es aún imperfecto y, en ocasiones, incluso irritante. Creo que estaremos de acuerdo en que los científicos deberían emplearse a fondo en desarrollar de forma urgente la tecnología de Las Tres Conchas, a saber: Concha Velasco, Concha Márquez Piquer y Concha García Campoy. En esta nuestra época de la celulosa, no siempre salimos de la habitación del trono con una sonrisa de satisfacción, cuando está claro que así debería ser en un mundo ideal, justo y socialista.

Sin embargo, en ocasiones, Dios premia nuestra buena conducta y rígidos principios morales con un breve fogonazo de felicidad y placer, concediéndonos el honor de Hacer Un Perfect, como en el legendario Street Fighter II. Es entonces cuando todo va como la seda: el tiempo justo, la temperatura de taza ideal, una ausencia total de ruidos y sonoridades humillantes o susceptibles de ser amplificadas por la reverberancia de la baldosa y el inodoro, ese punto de gratificación y alivio posterior tan necesario... Incluso aquella idea brillante que llevabas persiguiendo toda la mañana, viene a tu celebro en el preciso instante en el que mandas un tronco al aserradero.

Lo magnífico del asunto es que después de una experiencia tan prosaicamente placentera, cuando pasamos ese pedazo de celulosa de doble capa por nuestra región ojal, descubrimos que la vida nos sonríe y que el papelito en cuestión está inmaculado, virgen, libre de todo rastro de ese "aquello" que nos hace humanos y penosos. Poco acostumbrados a tamaña dicha, y como hiciera Moisés en aquella ocasión en la que Yahvé le instó a tocar con su vara en la roca para que manara agua de ella, desconfiamos y volvemos a efectuar otra pasada, pero esta vez los astros estan con nosotros y volvemos a encontrarnos con la maravillosa expreriencia del papel en blanco.

Así que, ya saben, la próxima vez que experimenten el gozo de Hacer Un Perfect, eleven la mirada al cielo, presígnense como Tuco Benedicto Pacífico Juan María Ramírez hiciese en la mejor película del Universo y den gracias al Señor por ese breve instante de felicidad. Cosas como esa no pasan siempre.

Próximos episodios: WCs around the world.

3 adhesiones sin reparos:

  Anónimo

lunes, 26 de enero de 2009, 0:39:00 CET

Jijijiji...

Grande, Sr. Wallach.

  Anónimo

lunes, 26 de enero de 2009, 11:04:00 CET

ADHESIONES SIN REPAROS me parece un nombre escabrosísimo para los comentarios de esta entrada.

Entrando en zozobra a la voz de ya.

  Ñbrevu

martes, 27 de enero de 2009, 21:57:00 CET

Creo que esta es la mejor entrada que he leído en un blog en muchos meses, en serio. Tan sencilla, pero a la vez tan eficaz...

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